La Santa Síndone de Turín es, quizá, la reliquia más preciada que conserva la Iglesia Católica. Ella es el testigo al mismo tiempo mudo y elocuentísimo del Amor de Jesucristo por nosotros y de su triunfo sobre la Muerte. Poder contemplarla y meditar cada una de sus llagas e improntas es una aventura que, una vez comenzada en la vida, no termina jamás. “Es un reto a la inteligencia (…) Espejo del Evangelio”, dijo Juan Pablo II en 1998, en su visita a la Catedral de Turín. Y añadió: “Ante ella, los creyentes no pueden menos de exclamar con toda verdad: «Señor, ¡no podías amarme más!», y darse cuenta en seguida de que el pecado es el responsable de ese sufrimiento: los pecados de todo ser humano”.
Después de tres años y medio de esfuerzos, en la Solemnidad del Sagrado Corazón, 19 de junio de 2020, en el templo del Seminario Religioso “María, Madre del Verbo Encarnado”, sede de la Parroquia “Nuestra Señora de los Dolores”, hemos podido entronizar una réplica exacta enviada por el Museo de la Síndone, de la Arquidiócesis de Turín. Con este motivo, unos días más tarde, el 25 de junio, pronuncié delante de ella la conferencia que ofrezco a continuación.
Para verla directamente de la página de youtube: Miguel Fuentes, Leyendo la Síndone.
P. Miguel Ángel Fuentes, IVE
